Hoy, con O, hemos llevado a la guardería, una caja de zapatos llena de tesoros del otoño. Esos tesoros consistían en:
Hojas de àrbol de diferentes colores (amarillas, verdes, rojizas…), ramas de nogal, de olivo con sus olivas, de ciprés, piñas, nueces, avellanas y creo que nada más. O lo llevaba muy contento pues él fue el recolector de este más preciado tesoro que nos presta esta estación y lo llevamos del huerto de su abuelo por lo que hace todo el proceso más especial. Esta actividad permite a papás y a maestros fomentar el uso de nuevas palabras, potenciar el tacto con diferentes texturas, inculcar valores como el respeto al medio ambiente, etc. y muchas más. A O, como a todos los niños, le gusta mucho observar y tocar, escuchar y experimentar con cualquier cosa que le llame la atención y este interés hay que aprovecharlo para contarle cosas, enseñarle, hablarle, mostrarle, etc. para estimular el habla, la creatividad, la curiosidad… ¿Como aprenden mejor? mirando, tocando, cantando y bailando, estas acciones promueven la memoria y la asociación de conceptos y significados.
Os pongo el enlace de un blog en el que hay recursos educativos sobre el otoño (también encontraréis el enlace en la pestaña recursos educativos).